Durante el último año, miles de europeas y europeos nos hemos movilizado para exigir a la Unión Europea y a los gobiernos de los estados miembros que desplieguen, de una vez por todas, una verdadera política de acogida, una política de asilo inspirada en los valores y principios que la UE reconoce como fundacionales.
Durante el último año, miles de europeas y europeos nos hemos movilizado para exigir a la Unión Europea y a los gobiernos de los estados miembros que desplieguen, de una vez por todas, una verdadera política de acogida, una política de asilo inspirada en los valores y principios que la UE reconoce como fundacionales. En el verano pasado pareció atisbarse un cambio, sobre todo después de la publicación de la fotografía del pequeño Aylan muerto en una playa, una imagen terrible que estremeció al mundo al condensar todo el drama de Siria. Entonces los líderes europeos planteaban la reubicación y el reasentamiento de 180.000 personas refugiadas. La puesta en marcha de estas medidas se ha realizado con extrema lentitud: solo han sido capaces de acoger por estas vías a 1.716 personas y de ellas apenas 105 habían llegado a España: 18 a finales de 2015 y 87 en la segunda quincena de mayo de 2016, como primera parte del grupo de 586 personas refugiadas que el Gobierno ha anunciado que llegarán antes del próximo mes de agosto a través de la reubicación y el reasentamiento.