Esto demanda el involucramiento de las grandes empresas o sectores productivos y el Estado.
Por: Geldi Muñoz Palala
La caravana de migrantes hondureños rumbo a Estados Unidos, a la que se han sumado salvadoreños y guatemaltecos, hace necesario que se profundice en la discusión sobre la interrelación de la migración y el desarrollo, según el coordinador del programa Migración y Desarrollo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso Guatemala), Dirk Bornschein.
Bornschein dijo que la migración es un destino que comparte el Triángulo Norte, en donde no existe futuro para gran parte de la población.
Refirió que los sectores económicos que dominan en el país crean poca presión para mejorar el nivel educativo, es decir la agroindustria, minería o de plásticos. A esto se suma que estos tienen poca conexión en las cadenas productivas de otros sectores.
“Deberíamos pensar en una forma de crear políticas públicas que logren impulsar cadenas productivas, no solo para la pequeña y mediana empresa, también para las grandes”, dijo.
Santos Cuc Morales, director de estudios sobre migraciones internacionales del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua), agregó que la migración por sí misma no es desarrollo, y que debe intervenir el Estado por medio de políticas públicas que orienten a ese desarrollo.
Aporte Macro
Según el Banco de Guatemala, a octubre las remesas alcanzaron US$7.6 millardos.
Cuc dijo que las remesas solo son un salario para quien las recibe, y es allí donde el Estado debe implementar proyectos que logren encauzar el excedente que pueden tener las familias.
Una de las propuestas es utilizar figuras como las cooperativas, pero con capacidad para asesorar a la gente y que se involucren las alcadías en los planes de desarrollo local.
Destino
En 2016 el 49.8 por ciento de las remesas fueron para inversión y ahorro, según la Organización Internacional para las Migraciones.