Explotación sexual de migrantes también habita en internet

Según expertos, delincuentes usan transmisiones en vivo para vulnerar los derechos de las víctimas

La explotación sexual de niñas y mujeres es un fenómeno que también se vive en internet. Según expertos, delincuentes se aprovechan de mujeres que buscan un sustento para sus familias. La vulnerabilidad de las migrantes se evidencia en jornadas más largas, menos remuneración y en el riesgo a no denunciar, por miedo a resultar deportadas.

Si bien la explotación sexual y la trata son delitos diferentes, la primera es el motivo del 80 por ciento de los casos de trata a nivel mundial. Solo en Colombia, desde 2012, año en que se creó la línea virtual de denuncias Teprotejo.org, que permite reportar situaciones de abuso contra los menores, se han procesado un total de 40.686 denuncias, de las cuales, un 60 por ciento reportan material de explotación sexual de niños, niñas y adolescentes.

Según Viviana Quintero, Coordinadora de TIC e infancia de Red PaPaz, “la trata y la explotación han migrado a internet”.

La experta señala que la explotación sexual no solo se realiza de forma física sino que puede ser utilizada para fines de lucro al vender el material sexual que evidencia el abuso de otra persona. Quintero apunta que en el caso particular de la población migrante el abuso contra venezolanas presenta un alto riesgo de que las víctimas duden en acudir a las redes de ayuda o a las líneas de denuncia por temor a ser deportadas.

Según ‘Jaimico’, defensor de derechos humanos, que trabaja en temas de explotación sexual y prostitución, las nuevas tecnologías han facilitado la labor de los ‘reclutadores’, las personas que se encargan de conseguir a las potenciales víctimas de explotación. Dicha figura, en concepto del experto, ahora “se camufla” más fácilmente entre los usuarios.

“Antes de la crisis migratoria que vive Venezuela, la figura del ‘reclutador’ acudía a pueblos azotados por la violencia y convencía a mujeres jóvenes de ejercer la prostitución en la capital.

Ahora, estas personas se van a las fronteras, a Cúcuta, al Llano, a reclutar a las mujeres para llevarlas no solo a prostíbulos sino también a ‘rooms’ de web cam”, señala el defensor.

“Las chicas saben lo que hacen y creen que les hacen un favor de emplearlas, en malas condiciones, para sostener a sus familias”

¿Prostitución o explotación en internet?
‘Jaimico’ asegura que las mujeres venezolanas “se encuentran expuestas a todas la vulnerabilidades”. La explotación a las migrantes se evidencia en menos paga, jornadas más extensas, retención de documentos y deudas que crecen sin ningún tipo de garantía.

En un marco de ‘prostitución virtual’, indica el experto, las mujeres colombianas obtienen una paga completa por minuto trabajado, en promedio de 6.000 pesos por minuto. Es decir, cada minuto que los usuarios en Europa, Asia o América del Norte estén visualizando el contenido. Mientras tanto, a las venezolanas les pagan 80.000 o 100.000 pesos por el día.

“Es una explotación sexual en todo el sentido. Además, les descuentan la habitación diaria, en un promedio de 25.000 pesos la noche, y la alimentación (10.000 en desayuno, 12.000 en almuerzo y 10.000 en comida). Para mí, eso es trata”, indica el defensor.

La vulnerabilidad se incrementa en el momento en el que la difícil situación económica del país vecino se agrava. “Una venezolana me contó que estaba buscando girar un millón de pesos colombianos a Venezuela para que su mamá pudiera adquirir una casa. 150.000 pesos pueden ser mucho dinero allí”, explica.

El defensor asegura que hay casos de mujeres que se sienten “agradecidas” de haber ejercido la prostitución, sin darse cuenta de la explotación a la que son sometidas. “Una joven fue traída de Cúcuta sabiendo que iba a ejercer prostitución en Bogotá. Ella decía ‘este fue el único lugar que me dio oportunidad para enviar comida y plata a Venezuela’. Las chicas saben lo que hacen y creen que les hacen un favor de emplearlas, en malas condiciones, para sostener a sus familias”, apunta.

Por su parte, la experta de Red Papaz asegura que existen modalidades aún más macabras de explotación sexual ‘via streaming’, donde usuarios de internet ordenan de manera remota violaciones o tortura a las víctimas.

“Se trata de una modalidad de efectos graves. Es un abuso sexual que queda grabado en un video, que se generó específicamente por la demanda de un abusador en línea, que sin estar cerca a la víctima, puede hacerle daño desde la distancia”, asegura la experta.

‘Jaimico’ coincide con que “existe un aumento en la demanda de este contenido en internet”, pero asegura que las leyes actuales no contemplan las actividades sexuales pagadas en internet. Así mismo sostiene que existen modalidades de abuso en linea donde las víctimas no solo son niñas. “En el caso de las adultas, las drogan. Hay mujeres que necesitan consumir sustancias para lograr dilatarse e introducirse objetos de tamaño exagerado”.

El tema, sin embargo, no puede ser abordado jurídicamente con total claridad. Puesto que las mujeres mayores de edad que deciden ejercer la prostitución tienen un marco normativo diferente al que regula la trata de personas. Para ‘Jaimico’ aunque existe voluntad por abordar esta parte digital de la situación, no se disponen de suficientes recursos.

El experto indica que crear una línea de atención a este fenómeno requeriría entre otras a un personal dedicado a la revisión del contenido que pueda generar alertas sobre posibles abusos, pero también la creación de estrategias de sensibilización que protejan los derechos de las mujeres más vulnerables.

Fonte: El Tiempo

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