El número de mujeres nigerianas traficadas a Italia con fines sexuales casi se duplicó en 2016

idi euaA la mayoría de las 11.009 mujeres nigerianas que llegaron a las costas italianas el año pasado les espera una vida de prostitución forzada, según la Organización Internacional para las Migraciones.

A la mayoría de las 11.009 mujeres nigerianas que llegaron a las costas italianas el año pasado les espera una vida de prostitución forzada, según la Organización Internacional para las Migraciones.

El número de mujeres nigerianas que viajan en barco desde Libia a Italia casi se duplicó el año pasado, y la gran mayoría de las recién llegadas son víctimas del tráfico y la explotación sexual, según la Organización Internacional para las Migraciones.

La OIM cree que aproximadamente 80% de las 11.009 mujeres nigerianas registradas en los puntos de desembarque en Sicilia en 2016 fueron víctimas de trata, y pasarán a vivir una vida de prostitución forzada en Italia y otros países de Europa.

La cifra casi duplica la de 2015, cuando la OIM registró a 5.600 mujeres. Las cifras de 2016 representan un aumento de casi ocho veces con respecto a 2014, cuando se registraron 1.450 mujeres nigerianas en los puntos de desembarco en Sicilia.

"Hemos observado un enorme aumento del número de mujeres nigerianas que llegaron el año pasado", declaró Carlotta Santarossa, gestora de proyectos de lucha contra la trata de la OIM.

"Según nuestros indicadores, creemos que la mayoría de las mujeres nigerianas que están llegando a Italia son víctimas de la trata y es probable que acaben explotadas en Italia o en otros países europeos. En Italia el número es demasiado elevado para prestarles a todas los servicios que necesitan."

La OIM declaró que el aumento reflejaba un espectacular incremento del número total de hombres, mujeres y niños nigerianos registrados en los puntos de desembarco en Italia. Según las últimas cifras de la agencia, 37.500 de los 180.000 migrantes que llegaron a Italia por mar el año pasado eran nigerianos, la primera vez que han eclipsado a los eritreos como grupo nacional más numeroso. La cifra total en 2015 fue de 22.000. Unos 3.000 de los 37.000 migrantes nigerianos eran menores no acompañados.

Alberto Mossino, director de Piam Onlus, ONG contra el tráfico de personas que trabaja con migrantes nigerianos, afirmó que el aumento de nigerianos que llegan por mar es indicativo del poder de las bandas de traficantes altamente organizadas que operan junto a las milicias libias para controlar los flujos migratorios procedentes del norte de África.

"Antes, los migrantes podían llegar solos a Libia y llegar en barco a Europa", afirma. Ahora es demasiado peligroso: hay guerra civil y sólo las bandas de traficantes nigerianos y eritreos pueden transportar grandes cantidades de personas a través del país, donde las milicias controlan las fronteras y los puertos".

"No se trata de bandas de traficantes, su intención es explotar y sacar provecho de los migrantes que transportan por el camino, y las mujeres son la carga más lucrativa".

Según las encuestas realizadas por la OIM en los puntos de desembarco el año pasado, más de 70% de los migrantes que viajaban por tierra a través del norte de África hacia Europa mostraban indicios de trata de seres humanos, tráfico de órganos y explotación durante el trayecto.

Entre los encuestados, 49% declararon haber sido retenidos en un lugar contra su voluntad, a menudo a cambio de un rescate. La mayoría de los casos se produjeron en Libia.

"Libia es actualmente un agujero negro desde el punto de vista humanitario: todos los migrantes que llegan de Libia han sufrido violencia y violaciones de los derechos humanos", declaró Flavio Di Giacomo, portavoz de la OIM en Italia.

Mossino afirmó que los servicios existentes de lucha contra la trata se encontraban en un punto muerto, y que el gobierno italiano sólo ofrecía 1.600 plazas para víctimas de la trata en centros de acogida especializados.

"Si llegan 11.000 mujeres en un año, sencillamente no hay forma de proporcionarles ayuda ni seguridad", dijo. "No hay nada que podamos hacer para ayudarlas".

Fuente: The Guardian

es_ESSpanish
Ir al contenido