Los menores inmigrantes no acompañados en Italia suelen ser retratados en el fotoperiodismo de formas que pueden perpetuar estereotipos y prejuicios. Esto es lo que nos cuenta el libro de Rosa Maria Martins-Silva, que nos lleva a suponer, de forma fundada, tres posibles consecuencias de esta representación de los menores a través de los medios de comunicación: una auto-representación engañosa y alejada de la realidad de los propios menores no acompañados; una incomprensión, por parte de la opinión pública, de la realidad humana de los menores migrantes; y una extensión de los estereotipos y prejuicios también a aquellos menores y jóvenes que, aunque nacidos en Italia de familias extranjeras, son considerados "extranjeros" en relación con la sociedad italiana.
La investigación de Rosa Maria Martins-Silva pone de relieve cómo estas formas de representación -fotográfica, en el caso de su investigación- contribuyen a crear una imagen distorsionada e incompleta de los menores inmigrantes no acompañados. De este modo, se alimentan los prejuicios sobre estos menores, lo que impide una comprensión real de sus historias y experiencias. ¿Qué se puede hacer? Creo que la solución -tanto para el fotoperiodismo como para el periodismo escrito, radiofónico y televisivo- pasa por el "periodismo intercultural", del que hablo en el libro Comunicación intercultural y periodismo en la era digital (Ediciones Cedam, 2014). El periodismo intercultural hunde sus raíces en los conceptos, el saber hacer y el deseo de actuar de la educación intercultural. Pone en práctica una serie de acciones para una representación de los migrantes -sean adultos o menores- que huya de estereotipos y prejuicios.
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