Crisis humanitaria: Scalabrinianos en misión a la isla griega de Lesbos

El campo de refugiados de Moria ha sido comparado por el Papa Francisco con los antiguos campos de concentración nazis. Con capacidad para 3.000 personas, en la actualidad alberga a 19.000.

En el centro de la llamada crisis de los refugiados desde 2015, las islas griegas concentran gran parte de la población migrante que llega a Europa a través del Mediterráneo. El campo de Moria, situado en la isla de Lesbos, tiene capacidad para albergar a 3.000 personas, cuenta actualmente con 19.000 refugiados. La mayoría de los solicitantes de asilo llegan a Lesbos desde Siria, Irak y Afganistán, asolados por la guerra. Hasta la fecha, más de un millón de personas han cruzado el mar Egeo para llegar a la isla, y laSolo en 2018 se registraron más de 2.000 muertes en esta ruta.

La situación de hacinamiento en el campo de Moria se ve agravada por el hecho de que se impide a la población migrante y refugiada desplazarse por la isla. El gobierno argumenta que el aislamiento se debe a medidas de seguridad relacionadas con la propagación del Coronavirus, sin embargo, hay informes anteriores a la pandemia de refugiados a los que se les negaba el acceso a los comercios locales, así como manifestaciones contra la presencia de esta población en la isla y un intento de quemar el campamento. Hay personas en Moria que llevan más de un año atrapadas debido a la lenta respuesta a su solicitud de refugio.

Desde abril de este año, ha habido 10.000 nuevas llegadas a Lesbos. A pesar de la preocupación por la posible contaminación por el nuevo coronavirus, en el campo de refugiados no se ha confirmado ningún caso de la enfermedad. La población ha sido atendida por Médicos Sin Fronteras y otras organizaciones de ayuda. A pesar de que no hay casos confirmados, la situación en Moria se considera una bomba de relojería, ya que el lugar se encuentra en condiciones insalubres para la salud de los allí refugiados, y también existe la posibilidad de que se propaguen otras enfermedades como la hepatitis C, la meningitis y el sarampión.

 Asistencia escalabriniana

Después de que el papa Francisco comparara la situación de los campos de refugiados de Lesbos con los campos de concentración nazis, las instituciones de la Iglesia católica empezaron a colaborar para prestar asistencia a estas personas. En colaboración con la comunidad de San Egidio de Roma, las Hermanas Scalabrinianas se desplazaron allí en misión. En una entrevista, la Superiora General de las Hermanas Misioneras Scalabrinianas, Sor Neusa de Fátima Mariano, subrayó que la atención de los scalabrinianos debía centrarse en los migrantes más vulnerables y que la congregación debía dirigirse hacia las periferias humanas y existenciales.

Los misioneros que trabajan en el campo de Moria informan de que, a pesar de sus esfuerzos, siguen faltando recursos para distribuir comidas, lo que hace imposible llegar a todas las personas allí refugiadas. Para ellos, la deshumanización de las políticas migratorias se pone de manifiesto en este campo, y afirman que la realidad dentro y fuera de Moria es contrastada.

refugiados comendo
Refugiados alimentándose en un espacio organizado por la comunidad de Sant'Egidio de Roma en colaboración con las Hermanas Scalabrinianas y otras instituciones.

Según ellos, algunas personas se arrepienten de haber abandonado su país de origen. Pueden tardar hasta 30 minutos en llegar a las colas del campamento, donde pasan horas antes de poder acceder a estos servicios. Muchas mujeres dicen vivir con miedo a las amenazas y la violencia sexual.

El Superior General de la Congregación Scalabriniana subraya que el siguiente paso en la misión es formar un comité con otras instituciones y organizaciones para promover la asistencia en Lesbos.

 

Consulte el podcast con una entrevista a los misioneros sacalabrinianos aquí.

 

Luana G. Silveira
Equipo de comunicación - CSEM

 

es_ESSpanish
Ir al contenido