Ante el aumento de las necesidades y la vulnerabilidad de los refugiados, los desplazados internos y los apátridas, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, teme que los efectos de la pandemia aumenten también el riesgo de trata y explotación.
“Las medidas forzosas para controlar la pandemia y el empeoramiento de las condiciones socioeconómicas están teniendo graves consecuencias para los desplazados forzosos. Los que ahora se enfrentan a la pérdida de sus medios de subsistencia y a una pobreza abyecta pueden ser el blanco de traficantes que explotan sin escrúpulos sus vulnerabilidades y se aprovechan de ellas”, declaró Gillian Triggs, Alta Comisionada Adjunta del ACNUR para la Protección.
La trata, delito en el que se engaña o atrapa a una persona para someterla a una situación de explotación en beneficio propio o ajeno, puede adoptar diversas formas, desde la explotación sexual, el trabajo forzoso, la esclavitud, la extracción de órganos, el reclutamiento forzoso en grupos armados, los matrimonios forzosos y la mendicidad forzosa, entre otras.
Aunque es difícil obtener datos sobre la trata debido a la naturaleza oculta del delito, las estimaciones globales indican que millones de personas son víctimas de la trata en todo el mundo.
“Lejos de casa y con diferentes posibilidades de acceso a los servicios esenciales y a las redes de protección social en los países de acogida, los refugiados y desplazados internos se encuentran entre las personas más expuestas”, afirmó Triggs.
“Los impactos relacionados con COVID-19, que van desde restricciones de movimiento hasta el cierre o la menor disponibilidad de servicios esenciales de ayuda y apoyo, pueden confinar a muchas víctimas, limitando su capacidad de escapar o buscar ayuda.”
Los conflictos y desplazamientos en curso también siguen aumentando el riesgo de que los refugiados recurran a viajes desesperados y peligrosos en busca de seguridad, cayendo presa de las redes criminales de contrabando.
El ACNUR se une a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para celebrar hoy el Día Mundial contra la Trata de Personas e insta a que se preste más apoyo a los esfuerzos de prevención y respuesta a la trata.
“Tenemos que redoblar los esfuerzos para proteger a las personas en situación de riesgo, prestar apoyo a las víctimas y garantizar que los agresores comparezcan ante la justicia”, afirmó Triggs.
“Los gobiernos y los actores humanitarios deben trabajar juntos para garantizar que los programas de asistencia a las víctimas de trata estén disponibles y sean accesibles para las personas desplazadas, y que las víctimas de trata que puedan necesitar protección internacional puedan acceder al asilo.”
En todo el mundo, el ACNUR participa en actividades de prevención y respuesta a la trata de refugiados, desplazados y apátridas.
