Durante el siglo pasado, la dimensión religiosa rara vez entró en la agenda de los debates relacionados con la migración, salvo en los ámbitos pastoral y asistencial. Bajo la influencia de la teoría de la secularización, se creía en la privatización (LUCKMANN, 1973) o eclipse (ACQUAVIVA, 1981) de lo sagrado y, en consecuencia, en su irrelevancia en el análisis de los fenómenos sociales en las sociedades modernas.
Roberto Marinucci