14 de março de 2013
Debido al endurecimiento de los controles fronterizos, Marruecos ya no es sólo un país de tránsito hacia Europa: es un destino forzado, lo que aumenta la vulnerabilidad de los migrantes.
Debido al endurecimiento de los controles fronterizos, Marruecos ya no es sólo un país de tránsito hacia Europa: es un destino forzado, lo que aumenta la vulnerabilidad de los migrantes. La aplicación de unas políticas migratorias que colisionan con el respeto a los derechos humanos tiene consecuencias en la salud de la población migrante, cuyos grupos más vulnerables, -como el de las víctimas de violencia sexual o de trata-, carecen de asistencia y protección adecuada.