- La cartera de Irene Montero se dirige directamente a las víctimas para garantizar información “apropiada y accesible” durante el estado de alarma
- El documento da respuesta a los contextos de mayor vulnerabilidad: mujeres en clubes, en situación de calle, con hijos menores o migrantes sin papelesLlegar a las víctimas de trata y en entornos de prostitución se ha conjugado como uno de los principales retos del Ministerio de Igualdad en tiempos de emergencia sanitaria. Si el objetivo pasa por no dejar atrás a las personas más vulnerables, no es menos importante entretejer canales efectivos de comunicación con ellas. El ministerio dirigido por Irene Montero acaba de publicar, con esa finalidad, una guía para que las víctimas conozcan sus derechos y los recursos que tienen a su disposición.
En diálogo con las entidades especializadas, el ministerio ha tejido un plan de protección dirigido a las víctimas de trata, las víctimas de explotación sexual y las mujeres en contexto de prostitución, durante el estado de alarma. Entre sus principales propósitos, fortalecer y blindar el derecho a la información, de manera “apropiada y accesible, disponible las 24 horas, en una lengua que puedan comprender”.
El desafío queda resuelto en forma de guía y busca dar respuesta a las dudas de aquellas mujeres que se encuentren en una situación especialmente vulnerable. “Las víctimas de trata y explotación sexual son personas sometidas a una grave vulneración de sus derechos. Mediante amenazas, coacciones, engaño o aprovechando su situación de vulnerabilidad, son utilizadas como mercancía y sometidas al control de otras personas, en muchas ocasiones, pertenecientes a complejas organizaciones de delincuentes”. El documento expone igualmente la situación de las mujeres que se hallan en contextos de prostitución, que “sin estar directamente bajo el control o influencia de una tercera persona, se están viendo dañadas o amenazadas por las actuales circunstancias”.
Especialmente durante el estado de alarma, la situación de vulnerabilidad de estas mujeres se expresa en “un daño potencial asociado a los efectos adversos de carácter económico y social derivados de la falta de acceso a los servicios más básicos”. Todo ello, añade, genera una situación de incertidumbre y deriva en una “incapacidad futura para cambiar su situación, además de una alta probabilidad de deterioro de sus condiciones de vida”
El Ministerio de Igualdad atiende a las diversas realidades de las víctimas bajo una premisa: que todas puedan recibir la ayuda que necesitan. De esta manera, se dirige a aquellas que permanecen confinadas en un club o en un domicilio particular: “Debes saber que, a pesar de la declaración del estado de alarma, puedes salir sin ser sancionada del domicilio o lugar en el que te encuentres, para dirigirte a una autoridad policial o judicial”. En caso de que exista “control, presión o cualquier otra situación” coercitiva, el ministerio emplaza a “pedir ayuda lo antes posible” a través de las organizaciones con atención 24 horas. La guía recuerda, en materia de alojamiento, que existe una red de acogida segura para mujeres en situación de trata y explotación sexual. Un recurso disponible también para sus hijos e hijas menores.
El documento atiende igualmente a una de las cuestiones más sensibles: qué ocurre con las víctimas en situación irregular. Y responde tajante: “Se te proporcionará ayuda cualquiera que sea tu situación, sin tener en cuenta las circunstancias en las que te encuentres”. En ese sentido, plantea el texto, las mujeres migrantes en una situación administrativa irregular pueden “acceder igualmente a los recursos” y a cualquier otra “medida dirigida a garantizar su seguridad”.
En cuanto a las mujeres que se encuentran en situación de calle, el ministerio insiste en la red de alojamientos de acogida para situaciones de riesgo, pero también subraya que el estado de alarma ha conllevado la ampliación de las ayudas para que las personas sin hogar accedan a un alojamiento. “Puedes solicitar ayuda para acceder a un alojamiento en los servicios sociales de la localidad en la que te encuentres”, aunque también las propias asociaciones pueden encargarse de “gestionar una plaza o una ayuda”.
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