Las Hermanas Scalabrinianas celebran su fundador Scalabrini con presencia activa en dos nuevas realidades de movilidad humana: en El Paso – USA y en Panamá
Las Hermanas Misioneras Scalabrinianas – MSCS, presentes en 27 países junto a migrantes y refugiados, celebran la fecha conmemorativa de Scalabrini – 1 de junio – con dos nuevas presencias misioneras.
Ambas misiones (El Paso y Panamá) están situadas en corredores clave de la movilidad humana contemporánea, como explica la hermana Nyzelle Dondé, MSCS – Coordinadora de la Misión Apostólica en la región de América Central, del Norte y Caribe de la Congregación MSCS: “La presencia en la Diócesis de El Paso- Texas- EUA inició en el día 11 de abril 2024 con las Hermanas Elisete Signor y Roschelle Isada, y prontamente se sumará Hna. Leticia Gutiérrez, recibiendo a los migrantes de Centro América, Sudamérica y tantas otras partes del mundo. Y, en la Arquidiócesis de la Ciudad de Panamá, para acompañar a los migrantes en tránsito, fortaleciendo la Pastoral de Movilidad Humana se iniciará el 1° de junio 2024 día en que celebramos el Santo de los Migrantes, San Juan Bautista Scalabrini” (https://www.facebook.com/story.php?story_fbid=769108538696883&id=100067932310958&mibextid=qi2Omg&rdid=mnIk19Ic46lPvfyK ).
Desde el 11/04/2024, las Hermanas Misioneras Scalabrinianas están presentes en la iglesia local de El Paso – Texas, “respondiendo al Carisma Scalabriniano, considerando el flujo migratorio en la región, por ser uno de los corredores migratorios más concurridos es un grande desafío, pero también una oportunidad de una respuesta profética en la Iglesia y e la sociedad”, como afirma la Superiora Provincial Hna. Luiza Dal Moro. La comunidad misionera, formada por Hermanas MSCS de diferentes nacionalidades -brasileña, filipina y mexicana-, comparte la experiencia migratoria y, junto con la Iglesia local, trabaja con las personas que cruzan esa frontera, reconstruyendo vidas y creyendo en un mañana mejor.
La realidad migratoria y las exigencias que los migrantes y refugiados experimentan en sus viajes y en el sufrimiento que enfrentan, moviliza a la Iglesia. Una vez más, en respuesta a las personas en movimiento y al carisma scalabriniano, a petición del Arzobispo Metropolitano de Panamá, que es también Vicepresidente del CELAM – Consejo Episcopal Latinoamericano, la fecha del 1 de junio para las Hermanas MSCS tiene una celebración especial: el inicio de una nueva misión en Panamá. La Superiora Provincial explica: “la realidad migratoria de Panamá, que geográficamente se sitúa como puente entre América del Sur y América del Norte por el Tapón del Darién, ruta de tránsito para la migración irregular, se convierte en la principal vía de paso, con flujo migratorio siempre creciente y de la alta vulnerabilidad, configurando un gran desafío para la atención pastoral y humanitaria, pero es también una oportunidad de una respuesta profética”. El objetivo de esta nueva misión en Centroamérica es fortalecer la Pastoral de Movilidad Humana en la Arquidiócesis de Panamá.